Un road trip otoñal es lo ideal para descubrir las bondades de Ojos Negros.
Texto y fotos por Erick Falcón | Todos Santos
El otoño no podría ser más benévolo para el Valle de Ojos Negros. A mediodía, su clima mediterráneo comienza a refrescar suavemente a medida que uno recorre los 40 kilómetros que hay de Ensenada a la Ruta del Queso y el Vino, y el calor de verano se ha disipado. A lo largo de la carretera se aprecian numerosas formaciones geológicas caprichosas, bosques y construcciones rurales que enmarcan el escenario campestre de Ojos Negros.
En realidad, el recorrido se planeó la noche anterior en la Enoteca Ojos Negros, un wine bar ubicado en la calle Ruiz de Ensenada que pertenece y es administrado por la familia Hussong Maymes, propietaria de Bodegas San Rafael, la primer vinícola fundada en Ojos Negros. Mientras don Ricardo Hussong nos platica un poco de la historia de la región, su hijo Erick prepara unas pizzetas artesanales y sirve unas copas de Passion Meritage, el vino emblema de Bodegas San Rafael.
El poblado de Ojos Negros se fundó en 1870, luego de que diera la noticia del descubrimiento de oro en esta región. Pero el verdadero tesoro escondido es la capacidad de sustentar la vitivinicultura a mediana y gran escala en este valle, considerado como una de las alternativas más viables para la producción vinícola en Baja California, ante los conflictos de planeación que vive el Valle de Guadalupe.
Con la fundación de Bodegas San Rafael, la familia Hussong Maymes se convirtió en pionera de la vitivinicultura en Ojos Negros. Motivado por el deseo de acercar sus vinos a Ensenada, don Ricardo abrió la Enoteca Ojos Negros a un costado de la famosa cantina Hussong’s, siendo un excelente punto de partida para conocer más acerca de los 12 vinos de Bodegas San Rafael (y comprarlos a precio de bodega). En la Enoteca Ojos Negros se puede degustar todos los vinos más recientes de Bodegas San Rafael en un ambiente relajado y a precios muy accesibles, además de ofrecer quesos regionales, pizzas gourmet, crostinis y otros aperitivos.
De Argentina a Ojos Negros: el comedor campestre de Malbec
Una vez trazada la ruta, partimos al siguiente día para visitar el nuevo proyecto de San Rafael: Malbec, una cocina campestre basada en parrilla y platillos tradicionales de la cocina argentina, que dirigen Daniel Talpini y Ericka Maymes. El acceso se encuentra a 200 metros de la carretera principal, y tiene una gran vista a los viñedos de San Rafael.
Considerado como un maestro parrillero en su natal Buenos Aires gracias a sus 25 años de experiencia en la parrilla, Talpini domina los asados y lo demuestra con un magistral churrasco argentino y una parrillada para dos con cortes de carne de cerdo y res de calidad exportación. El menú incluye también milanesas, empanadas criollas al estilo Buenos Aires y los tradicionales alfajores.
“Soy de un barrio muy típico de Buenos Aires, el Barrio de La Boca, y aquí encontrarás el sazón tradicional de mi ciudad, así como los excelentes vinos de San Rafael a precio de bodega,” dijo Talpini.
La Cava de Marcelo, templo del Queso Ramonetti
Uno de los puntos de mayor interés en Ojos Negros es el Rancho La Campana, reconocido por su excelencia en la producción de queso artesanal Ramonetti, un queso estilo suizo que se ha producido desde 1911 por cuatro generaciones que han seguido la técnica heredada del bisabuelo don Pedro Ramonetti, originario de Someo, en la Suiza italiana, fundador de la empresa.
Los quesos Ramonetti se distinguen por su textura cremosa, su aroma intenso y su fuerte sabor, y no hay mejor lugar para degustarlos este otoño que en la Cava de Marcelo, cuyo comedor campestre ofrece degustaciones de queso con platillos como este Borrego de la Región con guarnición de papa a las brasas con mantequilla y crema Ramonetti, ensalada de espinacas y salsa tomate dulce, acompañado de postres elaborados con ingredientes de temporada como calabaza, fresas y romero.
Cabe destacar que los quesos Ramonetti obtuvieron el Gourmet Award 2014 otorgado por Travel & Leisure al Mejor Productor Nacional, así que en este road trip es esencial una parada para comer en La Cava de Marcelo. Sólo hay que doblar a la izquierda sobre la carretera principal en el kilómetro 43.5 y seguir los letreros al Rancho La Campana.
Infinito: vinos estelares en el terroir de Ojos Negros
Vinícola Infinito es un proyecto concebido del sueño de José Pedroza García y su familia para crear vinos de gran calidad que expresen el terruño del Valle de Ojos Negros. Lo que inició como un pasatiempo se convirtió en una pasión por el vino, y después en una realidad, dada la experiencia de los Pedroza en la agricultura.
Hace siete años que Pedroza sembró media hectárea de Malbec en las tierras de su familia, y el proyecto ha crecido hasta alcanzar más de 6 hectáreas, aunque apenas en 2014 presentó en la Ciudad de México su primer etiqueta, Supernova.
Vinícola Infinito cuenta con cinco etiquetas: Nébula (Grenache Blanc-Moscatel-Ruby Cabernet); Supernova (Grenache Blanc y Moscatel); Actino (C. Sauvignon-Syrah); Infinito Cabernet Sauvignon e Infinito Syrah. Los vinos de Infinito están presentes en restaurantes y hoteles de prestigio a nivel nacional, como el hotel boutique La Valise o la cava Carlota y Emilia en México, D.F., y han participado en grandes festivales enológicos como FEVINO y Catar México. Es posible degustar sus vinos ya sea en su cava de degustación en San Antonio de las Minas, que es donde vinifican sus caldos, o bien, en sus parcelas en Ojos Negros, que es donde se encuentran sus viñedos.
Allá en el Rancho La Joya
La canción alegre de más de 750 borregos y vacas anunció nuestra llegada al Rancho La Joya, que se ubica sobre la carretera principal, a sólo 4 minutos al sur de Bodegas San Rafael, donde ya nos esperaba su propietario, don Juan Egozcue, para contarnos acerca de sus actividades y proyectos.
Aunque el rancho se dedica a la engorda, compra y venta de ganado desde finales de la década de 1970, el borrego al horno que prepara don Juan se ha hecho tan famoso entre los
lugareños que fue el pretexto para nuestra visita, y vive a la altura de nuestras expectativas. Los borregos de Egozcue son criados al aire libre, 100% libres de antibióticos y alimentados con pastos y granos naturales como maíz y alfalfa, por lo que al cocinarlos su sabor es suave y muy sabroso.
“Mis hijos ya me están animando a abrir una cocina campestre aquí en el rancho, pero por lo pronto preparamos borrego cocinado sobre pedido, ya sea por kilo o el animal entero,” platicaba don Juan mientras ofrecía a sus invitados una cerveza bien helada, con la típica hospitalidad que caracteriza a la gente de Ojos Negros.
Una cocina que encanta
Cocinar ha sido la pasión de doña Ofelia Altamirano Candolfi desde que tiene memoria. Y vaya que mucha gente lo reconoce, pues la Cocina de Doña Ofelia siempre está llena.
Lugareños y corredores de vehículos off road han sido asiduos durante años a la sazón de doña Ofelia, que incluye platillos de cocina regional como antojitos mexicanos, guisados y mariscos, así como aguas frescas y salsas caseras, y es el punto ideal para detenerse a reponer energías o entretener a los niños. Los burritos son la especialidad de la casa, y tienen todo el amor de la cocina casera regional.
El establecimiento cuenta además con Wi-fi gratuito, cargadores para celular, techos con sombra, estacionamiento, baños y regaderas, y se encuentra en el primer alto a la izquierda después de la desviación al poblado de Ojos Negros.