Un recorrido por la iconografía del vino en el arte.
Por Erick Falcón | Todos Santos
Ícono artístico por excelencia desde la Antigüedad, la presencia del vino en el arte ha ayudado a arrojar luz sobre las creencias, costumbres, moral y filosofía de varias culturas a lo largo de la historia.
Así lo aseguró la historiadora Mariane Vincent durante la conferencia ‘La Iconografía del Vino en el Arte’ impartida este 29 de agosto en el Museo de la Vid y el Vino, en la que destacó como el vino como elemento en el arte tiene una larga e importante transcendencia en el mundo pagano y cristiano.
Originaria de París, Francia, y con una maestría en Historia por la Universidad de París IV París-Sorbonne, Vincent ha impartido distintos cursos y asignaturas referentes a la historia del arte europeo y museología en la Facultad de Artes Plásticas en la Universidad Autónoma de Baja California en Ensenada.
La historiadora llevó a los más de 50 asistentes a la conferencia a un recorrido por la iconografía del vino en las corrientes artísticas y culturales a lo largo del tiempo, desde la antigua Grecia y el Imperio Romano, pasando por el Renacimiento y hasta la era contemporánea.
Desde el antiguo culto griego a Dionisio, deidad del vino y de la vendimia, hasta los excesos de los bacanales del imperio Romano, el vino ha sido un símbolo asociado al desenfreno y a los excesos, pero también indicador de diversos aspectos de la mesura y relaciones políticas, explicó la académica francesa.
“Luego de que las bacanales son abolidas por el senado romano en el año 186 d.C. por atentar contra la seguridad del Estado, el emperador Julio César es presionado por las clases populares para restablecer los bacanales. Eso es una muestra de la influencia del vino en las culturas, y varios artistas abordarán esta temática desde distintas perspectivas,” dijo Vincent.
Basta destacar que hay 443 pasajes alusivos al vino en la Biblia, lo que muestra su relevancia para las culturas mediterráneas. El vino es visto a menudo como una herramienta de liberación o escape, o bien como un elemento simbólico que conduce al exceso por artistas desde Tiziano hasta Rubens, aunque hay una variedad de manifestaciones artísticas distintas que corresponden con el pensamiento de cada época.