¿Qué es el Phubbing y cómo nos afecta?
Por Antonio Anistro/ Todos Santos.
A cuántos no nos ha sucedido que nos encontramos en plena reunión de convivencia con amigos o familia y percatarnos de aspectos como: ¡No puede ser posible que estemos cinco personas y los cinco estemos enajenados con el teléfono celular sin platicar entre nosotros!
En casa, trabajo, en clase, reuniones y en donde sea posible. Se llama Phubbing eso que hacemos algunos, enoja a otros y poco a poco se ha involucrado en gran parte de nuestras actividades diarias.
El término nace en la universidad de Sydney para designar aquel acto que se ha convertido en pan de cada día de los jóvenes y adultos. De la palabra en inglés Phone (teléfono) y Snub (despreciar) el Phubbing significa ignorar a las personas cuando se está conviviendo cara a cara, por prestarle más atención a los teléfonos celulares y dispositivos móviles.
Desde que en el 2007 los smartphones llegaron a nuestras vidas, han sido de gran utilidad para mucho más cuestiones laborales y de la vida cotidiana; pero con el paso del tiempo hemos dado un uso excesivo a estos dejando atrás las relaciones y conversaciones personales.
¿Cómo nos afecta?
Tal parece ser que todos hemos sigo alguna vez víctimas y victimarios de esta situación.
Alejandro Ramírez de 22 años nos cuenta que en su familia incluso cuando era hora de la comida, papás y hermanos estaban también con teléfonos, y que por un tiempo dejaron atrás las conversaciones abriendo paso a los silencios incómodos en donde el único sonido que escuchaban era el de las teclas del teléfono. Su mamá llegó algunas veces a darles el llamado “La cena está servida” por un grupo familiar creado en WhatsApp, aún estando en la misma casa.
El phubbing ha llegado a tal grado de expansión que algunos países han empezado a llevar este término a formar parte en la clasificación de adicciones tales como el alcoholismo o drogadicción. Las estadísticas son imporesionantes; un estudio publicado en la página www.stopphubbing.com para dar cuenta a usuarios de redes sociales sobre el cómo afecta esto a nuestra vida diaria, revela que en la actualidad más del 60% de los jóvenes aceptan el preferir comunicarse vía texto que cara a cara. En el mismo sitio se muestra que México es el noveno país con mayor problema de este tipo y tan solo en la Ciudad de México se registraron casi 2 millones de casos en el 2013.
Un acto descortés
Con el fin de indagar un poco más sobre el tema dentro de nosotros preguntamos a unas cuantas personas sobre esto y realizamos un pequeño sondeo para complemento: 13 de 15 personas considera que es un acto descortés y desagradable no prestar atención por estar en el dispositivo móvil; aunque también confesaron haberlo hecho en varias ocasiones.
Ahora es común ver a nueve personas en un bar, un café o cena y notar que solo dos conversen porque las otras están con el celular o tablet en mano. Las redes sociales preferidas claro, son Facebook, Twitter, WhatsApp e Instagram.
Ciertamente, somos seres sociales y por tal tenemos esa “necesidad” de conversación a través de nuestras cuentas personales, pero gracias al Phubbing hemos estado navegando por un canal de comunicación erróneo. Si estamos en una reunión de amigos, el indicado sería por supuesto, conversar uno con el otro y entre todos, pues el acto de comunicar es más preciso y efectivo si lo hacemos de esa manera.
Por eso, Alejandro y su familia decidieron poner un alto al darse cuenta de que es feo no tener conversación alguna en casa y peor en horas de comida; que además era de muy mal gusto cuando uno sí platicaba y no le hacían caso.
Administrar nuestros tiempos y designar uno específico destinado al uso del teléfono que no afecte las relaciones personales debería ahora estar entre nuestras prioridades. Lo sabemos, es difícil dejarlo, pero hagamos el intento. Disfrutemos el lapso que estemos con amigos, la carcajada que nos puedan provocar con un comentario, las miradas a los ojos, etc. El “jajaja” escrito en el teléfono y el famoso “visto” podrán esperar un momento.