Una lista de objetos y “gadgets” del pasado que han desaparecido casi por completo de nuestras vidas.
Por Daniela Ruiz/ Todos Santos.
Relativamente ha pasado poco tiempo como para que muchos objetos considerados “indispensables” en nuestras vidas dejaran de serlo. Esto es gracias a los increíbles avances tecnológicos que han surgido en los últimos años. Lo interesante, es que esos grandes cambios han pasado con cierta cautela a través de los días, y es la cotidianeidad y la facilidad de adaptarnos a las comodidades lo que nos ha hecho perder el hilo de los cambios que han marcado a este mundo globalizado.
Sin duda el mayor objetivo de la tecnología ha sido mejorar la calidad de vida y superar muchas brechas entre lo posible e imposible. ¿Tú qué opinas de ella? Aquí te presentamos unos pequeños-grandes cambios que fueron víctimas de la modernidad y la tecnología actual y a los cuales pocos pueden seguir aferrándose a ellos:
*Fotografías impresas/cámaras de rollo: ¿Recuerdas ese viaje familiar en que la cámara fotográfica, el rollo y las pilas eran indispensables? No se diga la emoción y la espera cuando llegaba momento de llevar a revelar aquéllas experiencias y mostrárselas a todos o bien, guardarlas y añorarlas tiempo después. Es curioso como en tan poco tiempo ha pasado de ser un objeto imprescindible a algo obsoleto, pues la primer cámara meramente digital salió al mercado en el año de 1991 en Estados Unidos; esto quiere decir que tardo bastantes años más en llegar a nuestro país y mucho más tiempo en que la gran mayoría tuviera acceso a una cámara digital, celular, etc.
*Recetarios/ Agendas: Con la llegada del internet, los famosos blogs, aplicaciones de utilidades, etc. nuestra memoria se ha dado unas vacaciones de incapacidad bastante largas. Detalles como el recordar los números telefónicos, las citas, horarios y hasta las recetas secretas de cocina han pasado de estar plasmados en nuestra mente o –en su defecto- en un libro, a encontrarlas al por mayor y fácilmente en la web. Y luego nos preguntamos por qué nos cuesta tanto trabajo recordar cosas o resolver problemas; sin embargo no todo está perdido, puedes adaptarte a la tecnología y realizar ejercicios para la memoria o test mentales para agilizarte un poco.
*Charlas y salidas sociales: Los cafés, las fiestas de cumpleaños, reuniones de amigos y cenas familiares han dado un giro completamente significativo desde la llegada de diversos aparatos electrónicos como smartphones, reproductores de música, videojuegos, etc. Y es que ahora el recurso o “plus” que más atrae y preocupa es la existencia de zonas Wi-fi en los lugares a los que vamos. La conectividad se ha apoderado de muchas actividades cotidianas y ha hecho que cosas, situaciones y experiencias pierdan su valor. No hace falta investigar mucho, simplemente voltea a tu alrededor y date cuenta de la cantidad de personas utilizando dichos aparatos. Vivir tan actualizado y a la vanguardia se puede confundir con enajenación y dependencia.
*Diccionario/enciclopedias: El diccionario era una ley en las listas útiles escolares cada año, y las enciclopedias eran la mayor fuente de conocimiento e investigación para las tareas. En casa no podíamos prescindir de una pequeña “biblioteca casera” con libros viejos, revistas, diccionarios y diversas cosas que la familia recolectaba al paso del tiempo y que sin duda nos salvarían de la ignorancia en más de alguna ocasión. Hoy en día, el sentido de las bibliotecas no se ha perdido, pues la riqueza de los libros es inigualable, pero basta con solo encender la computadora/Tablet/celular, dar unos cuantos clics y encontrar no solo una, sino millones de respuestas a lo que estás buscando. ¿Ventaja o desventaja? Ambas, pero hay “cosas del diablo” que nos sirven de mucho provecho.
*Cartas: Nada mejor para los cursis, enamorados, amores lejanos y detallistas que el valor de una carta escrita a mano. ¡Cuánta profundidad, valor y sentimientos guardaba una carta! No en vano eran las dueñas del fondo de nuestros cajones y las vueltas a leer miles de veces. Acompañaban suspiros, lágrimas y emociones que los novedosos mensajes de texto o chats no logran por más innovadores que sean. Pero espera, no solo las cartas han sido desvalidas; sino también el trabajo de los carteros, las postales, los buzones, la oficina de correos, etc. Ahora la única carta que llega a tu domicilio es tu estado de cuenta de banco o tu factura del celular y, digamos que no despierta sentimientos muy bonitos ¿o sí?.
*Traer efectivo: Las alcancías, ahorros debajo del colchón y las billeteras rebosantes han desaparecido (sí ya sabemos que por la situación económica, pero por ahora la culpa la tienen las famosas tarjetas doradas bancarias). ¡Ahora resulta que hasta los billetes se encuentran de manera digital! Nunca vemos nuestro dinero, pero tenemos una cuenta y una tarjeta que soluciona todo, hasta lo que no podemos pagar de momento pero sí en “cómodas” mensualidades. Muchos lo ven como ventaja, es más seguro salir sin mucho efectivo, pero hay quienes pierden un poco el control en las compras.
*Colecciones de CD’s/películas: Para toda fiesta y ocasión sacar la colección de cajitas de CD’s o de películas era algo de costumbre. Tampoco faltaba el préstamo o intercambio –claro con “V” de vuelta- entre nuestros amigos y conocidos. Aunque el negocio de las disqueras, la piratería y el costo de estos productos eran implicaciones, muchos adorábamos tener nuestro repertorio musical y cinéfilo en físico. Como en casi todo lo anterior, eras colecciones pasan a transformarse en memorias micro SD, reproductores mp3 y sitios web de películas y descargas musicales.
*Pluma y papel para urgencias: ¿Cuántas veces no te pasó que alguien mientras llama por teléfono te grita pidiendo una pluma y papel? O que los recados del hogar los dejaban apuntados en una hoja, o los apuntes de todo estudiante en sus cuadernos, etc. Una situación similar a la de las pobres cartas, solo que esto ha cambiado por blocs de notas en el celular, computadora o lo que sea, y no necesitas más que teclear con tus dedos. Hasta los famosos “post-it” son cosa del pasado.
*Mapas: ¿Un viaje largo? ¿Nos perdimos? Sáca el mapa! Ahí indicamos la ruta y el lugar destino. Si bien en México aún no contamos con la tecnología del GPS en cada automóvil o celular, hemos dejado de utilizar los mapas. Si queremos llegar a algún lugar buscamos en internet alguna ruta o preguntamos a alguien cómo nos vamos, y es ahí donde surgen los atajos. Ahora los sistemas satelitales nos muestran rutas alternas, tráfico, condiciones climáticas, tiempo, etc. Digamos que los mapas cambiaron mucho, y para bien!
*Costo de la comunicación: ¿Recuerdas las famosas “Horas Pico” para las tarifas de las llamadas telefónicas? Las largas distancias siempre han sido una implicación en la comunicación, sin embargo, el internet y sus sitios que permiten realizar video-llamadas o simplemente envío de mensajes gratis por la conexión a internet ha roto muchísimas barreras. Hoy en día podemos comunicarnos a todo el mundo gracias al internet, las redes sociales, correo, etc. Sin duda es un punto muy a favor de la tecnología!