Un bocado ruso en el Valle.
Por Anna Garayzar | Todos Santos
La tradición gastronómica en el Valle de Guadalupe comienza en 1905, con la llegada de una comunidad de rusos molokanes, quienes fueron los que sembraron los primeros viñedos en el Valle, y cuyo legado culinario aún puede degustarse en la forma de exquisitos platillos preparados con las recetas ancestrales de la familia Samarin.
Basta dirigirse unos tres kilómetros hacia el sur después de la desviación al poblado Francisco Zarco, sobre la carretera de El Porvenir, para poder hallar esta joya culinaria del Valle. En el restaurante de la familia Samarin se pueden degustar pan, quesos, conservas y platillos tradicionales como peroshki (empanadas de borrego), shaslik (brochetas de borrego) y borsh, que es un caldo de repollo, además de pizzas artesanales en horno de piedra y el vino de la casa, el galardonado Bella Terra.
[ENGLISH]
The Valle’s historic gastronomic roots can be traced back to 1905, when a Molokan Russian community fleeing from Europe decided to settle in Valle de Guadalupe. Aside from planting the first vineyards and making the first wines in this region, the Molokans’ culinary influence can still be tasted thanks to the efforts of the Samarin family.
Descendants of the original Russian settlers, the Samarins opened a restaurant and boutique just a couple of miles south of the Francisco Zarco intersection. If you’re going south on the El Porvenir highway, just ask for ‘El Museo Ruso’ and people will point you in the right direction. Francisca Samarin, the family matriarch, is the chef here, and her dishes include wonderful peroshki (a type of calzone fillñed with lamb), shaslik (skewered lamb) and borsh, or cabbagge soup, as well as stone oven-baked pizzas and their signature wine, Bella Terra.
Contact:
Familia Samarin
Calle Principal #276
Valle de Guadalupe
+ 52 (646)155 2030
https://www.facebook.com/pages/Restaurante-Familia-Samarin/166343466749851?fref=ts